Como comando de
campaña, siempre estamos en reuniones con vecinos y dirigentes de Bulnes Urbano
y Rural, generalmente nos juntamos con muchas personas para hablar sobre
nuestro proyecto de gobierno comunal, y para escuchar las grandes necesidades
de la gente común, esa que no accede fácilmente a las autoridades, o que peor
aún, no son escuchadas y sus necesidades
no son resueltas.
Sin embargo, existen
momentos en que uno se encuentra con personas especialmente amables, que ofrecen
la intimidad de su hogar, para las reuniones, pero más que eso, para compartir,
y hacer un descaso en el camino, donde la conversación surge espontánea y
honesta, donde las cosas sencillas se vuelven las más importantes; como
compartir la calidez de un hogar, una café, pan amasado, de ese rico y
caliente, acompañado de unos huevitos revueltos…Los grandes y sencillos
placeres de la vida.
Nosotros siempre
publicamos las notas de nuestras reuniones en diferentes sectores, generalmente
con mucha gente, pero esta vez hemos querido entregar esta nota, porque la
gente a la que uno estima, se merece un lugar en nuestra agenda, y quizás estas
son las situaciones más reales y llenas de verdad a las que uno puede aspirar.
Hablar de todo y
nada, pasarlo bien, reír, compartir entre amigos, y disfrutar de la hospitalidad
de la buena gente del campo, esa que tiende la mano abierta y llena, y que
sirve la mesa con cariño, y sin ninguna otra intención más que regalar un
momento grato y compartir lo que tienen.
Eso fue lo que nos
ocurrió en el Sector de San José de Coltón, en la casa del buen amigo Luis
Acuña, con quien compartimos, y por un momento volvimos a recordar que para eso
es todo esto, para eso se postula uno como autoridad…Para compartir, dar la
mano, y estar más cerca que nunca de todos.
Cuando una autoridad
olvida todo eso, automáticamente deja de existir como tal y la cercanía con la
gente se transforma sólo en un recuerdo vago, borroso, para finalmente
extinguirse por completo.
El ser humano tiene
mucho que compartir a lo largo de su vida; bienes, ideas, proyectos,
sentimientos, experiencias, sufrimientos, dificultades, entre muchas otras
cosas. Pero es importante que todos recordemos que para recibir es fundamental
dar, sobretodo dar desinteresadamente, con el propósito de propiciar las
condiciones que permitan crear prosperidad y bienestar, para así ayudar a
construir un modo de vida igualitario para todos.
Se puede concluir
que compartir es dar y saber recibir, pero sobre todo se debe admitir la
importancia de la cooperación de otros, ya que por mínima que sea, es grande en
su intención.
Si cada político
tuviera eso como fundamento de vida, la política sería una de las más hermosas
actividades que el hombre ha creado.
Escribió: JORGE HIDALGO OÑATE
CANDIDATO A ALCALDE
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