Lo ocurrido
recientemente con la ex esposa del Diputado Osvaldo Andrade, Sra. Miriam Olate,
deja al descubierto una vez más en Chile, el grado de desigualdad e
indiferencia que divide a nuestra sociedad.
La mayoría de las pensiones
en Chile; sobre todo aquellas provenientes del mundillo de las AFP, son una
real y descarada vergüenza sin nombre, y aquellas provenientes del mundo de las
FF.AA, revelan una gran desigualdad respecto a la mayoría de las pensiones que
reciben los chilenos. ¿Para qué hablar de aquellos abuelitos y abuelitas que
reciben $100.000 pesos al mes?, cuando la mayoría de su escaso dinero se les va
en remedios que el estado no les entrega.
Respecto a esto, lo
ocurrido recientemente con la Sra. Olate, deja al descubierto la total ausencia
de ética de esta ex funcionaria de gendarmería, la cual, con toda conciencia y
frialdad, preparó su desembarco, pero asegurándose primero una jugosa pensión
que asciende a los $5.500.000 pesos. Ante todo evento y ante cualquier lectura
que se le quiera dar, yo opino que absolutamente nada justifica esta situación
bochornosa, vergonzosa e impresentable; por lo mismo, esto no hace más que
contribuir a que la clase política nuevamente quede en tela de juicio,
desprestigiada y ahogada en un mar de explicaciones sin fundamento lógico. -Esta
clase política, pareciera sufrir de una torpeza crónica a la hora de
adelantarse a los hechos, y por los cuales una vez más recibirán una
justificada andanada de críticas, producto de sus reiterados y ya infantiles
errores.
En algunos sectores
que están ya polarizados, se solicita la renuncia inmediata del Diputado
Andrade, pero no nos confundamos, por ningún motivo compartimos la forma en que
el Diputado Andrade justifica la acción de su ex esposa, pero la renuncia a la
Presidencia de la Cámara, sin duda es harina de otro costal. Quien debe dar una
explicación contundente y de cara al país, es el PS, porque con estas actitudes
de algunos militantes, el discurso tan manoseado de la igualdad, se pierde en
el vacío de la inconsistencia.
La única forma en
que la Sra. Olate quede bien parada ante la sociedad, y con esto mantenga el
respeto hacia los demás y hacia sí misma, es que renuncie a la abultada pensión
de $5.500.000 pesos, y se someta a una pensión con un máximo de 60 UFs, lo que
fue recientemente sancionado por la Contraloría General de las República, lo
que significaría que la pensión de la Sra. Olate quedaría en $1.560.000 pesos.
Por otra parte, es
bueno recordar que el modelo económico aplicado de manera similar a lo largo de
los años, y con ajustes que aún no dan el ancho, ha llevado a un mayor
empobrecimiento del adulto mayor, y las pensiones bajas son la gran caja de
resonancia para que el descontento y la desesperación hagan eco en los estratos
sociales más deprimidos.
Finalmente no puedo
dejar de pensar en el millón de chilenos que tratan de sobrevivir con pensiones
de hambre de sólo $75.000 pesos; algo que no puede ni debe aceptarse, por
moral, por decencia, y por humanismo, sobre todo si recordamos que los
organismos de gobierno y sus políticas públicas, apuntan al respeto integral
hacia el adulto mayor. Si esto es así ¿Cuándo ese respeto se traducirá en
evitar la angustia de sobrevivir los 30 días del mes sin morir en el intento?
Jorge Hidalgo Oñate
Candidato a Alcalde
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